Sumérgete en la calle

El amor por la fotografía se ha encontrado presente en mi vida desde hace ya un tiempo; descubrir que tu máximo y, a veces, necesidad es lo mundano, banal, inquietante, absurdo, bello, visualmente rico o pobre, todo lo encuentras en ella, la fotografía de calle.

De ahí partimos todos, pero hay apasionados por recolectar esos momentos. Aprender a ver desde diversos ojos, contrastes de una y otra persona; comportamiento, humor o simplemente enamoramiento de tal o cual representación en un hecho diario.

Observar lo que acontece es un mérito, es en realidad un folclor y, nunca he encontrado mejor definición que surrealismo tratándose del Distrito Federal. Ese vaivén de personas desconectadas una de otra, con un centenar de pensamientos aglomerándose en su interior, conducentes a ser y actuar como realmente son.

Nuestra labor es la creación de esta reflexión, es decir, son conocimientos, empatía, memorias, gustos, realidad, amor, música, placeres, incluso traumas. No se deja de aprender a diario de este gran placer, al dejarte llevar encuentras más momentos inolvidables de tu día a día, capturarlos o no, solo depende de tu pericia observadora y la capacidad de resolver cualquier tema técnico.

La imagen siguiente es, en cierto punto, una evaluación de lo que puede causar cierto inconveniente en la calle al hacer fotografía. Aquí vemos a un niño aparentemente solitario. Estaba a punto de entrar a este sitio a estacionarme y decidí hacer esta captura por la postura del infante, un tanto desafiante, seguro de sí mismo, claramente tenía mucho que ver con el lugar. Hice la captura y posteriormente, ya que entregaba el coche, se acercó con el encargado, aparentemente su papá, a lo cual intervino diciendo: -“Me estaban haciendo fotos”-, a lo que el padre me lanzó una mirada, le sonreí, sonrió y asunto terminado. Con esto, solo hago hincapié en que como trates a “la calle”, ella te tratará a ti, condúcete con respeto, lo bueno es algo que se nota tanto a distancia como a la cercanía.

En la imagen siguiente lo casual de una visita al tianguis en el Distrito Federal; desde el folclor de sus ventas a lo que puedes hallarte, que pareciera planificado o puesto ahí con un propósito. La espontaneidad del repetido día con día.

Desenvolverte con naturalidad por las calles debe ser el propósito de cualquiera, en experiencia, conducirte libremente (sin confiarse y alerta de cualquier posibilidad) ayuda a que las personas, es decir, usuarios, trabajadores y demás sujetos encontrados te hagan ver como solo un objeto más circulando.

Mimetízate y podrás hacer lo que busques en la calle, incluso he leído o escuchado colegas que hacen mención a “ser fantasmas”, ya que pasar desapercibido hoy en día es una tarea complicada, más cuando portas en mano algo que puede delatar tu andar. Fluye.

Seré breve, pues empiezo en esto de los artículos y no quiero llenar de palabras que tal vez puedan resultar, espero pueda servir de algo.

Si tienen alguna pregunta de la cual pueda sacar de alguna duda a alguien respecto a fotografía en la calle me encuentro a sus órdenes.

Lo aquí encontrado es parte de una comunidad “buena onda” llamada Comuna de Calle, nos encontramos en Instagram, Facebook, “X”, Youtube y TikTok como @comunacalle. Hacemos caminatas gratuitas para todo tipo de personas (fotógrafos o no fotógrafos, nuevos o ya con experiencia), experiencias que pueden seguir a través de nuestras redes sociales antes descritas.

Mucho éxito y muchas fotos para todos es mi deseo.

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